En sus inicios hubo que crear una estructura sólida como club y como equipo, dar a conocer el deporte para que la gente del municipio se acercara a él, y dialogar con las instituciones para lograr su apoyo, tanto económico como en forma de infraestructuras (terreno de juego, vestuarios, etc.).
Afortunadamente, la respuesta fue positiva en todos los sentidos, por lo que el Getxo Rugby Taldea pudo ir creciendo poco a poco hasta llegar a su punto álgido en la década de los noventa, cuando cosechó sus mayores éxitos: 1 Liga de División de Honor y 4 títulos de Copa, así como varios subcampeonatos de ambas competiciones.
Con el nuevo milenio llegó la transformación del rugby, que dejaba de ser un deporte amateur para dirigirse hacia el profesionalismo, especialmente en los países que son grandes potencias de esta modalidad.
En España, la irrupción del profesionalismo llegó algo mas tarde y de forma parcial, y algunos equipos empezaron a incorporar jugadores foráneos, lo que aumentó la calidad de las plantillas, pero también los presupuestos de los clubs. En este proceso de evolución el Getxo Rugby Taldea no se quedó atrás, ya que siempre ha luchado para estar entre los mejores. Esto se ha vuelto a poner de manifiesto por la final de Copa que ha disputado recientemente.